El Invierno de las Anjanas
Para ambientar esta historia de romance de finales de siglo XIX, el director Telechea nos acerca a varias localizaciones tanto de costa como de interior, todas en la mitad occidental de Cantabria. Los amantes se conocen en La Torre de San Telmo (1), una antigua torre de la época medieval del siglo XIV que se encuentra en ruinas, y desde la que en días despejados se llegan a divisar incluso los Picos de Europa. Esta pared se encuentra en un alto entre la playa del Sable (Tagle) y la playa de Santa Justa (Ubiarco). La forma más fácil de acceso es a través del parking ubicado a orillas de la playa de Santa Justa.
De nuevo en la película y mirando al mar, esta vez hacía la bahía de Santander, (también con sus características montañas de fondo); encontramos un embarcadero desde el que se produce el esperado regreso de Cuba.
Este embarcadero es en realidad el Dique de Gamazo (2) y la Casa de Bombas(3). La “caseta” es un edificio anexo al Dique que daba alojamiento a una caldera de vapor de agua que alimentaba dos pequeñas máquinas para el achique.
En esta búsqueda del amor perdido, la aventura recorre también las calles empedradas de la villa medieval de Santillana del Mar (4), y finaliza entre ríos, hayas, castaños y robles en uno de los bosques más frondosos de Cantabria: Ucieda (5), en el valle del río Saja, a escasos kilómetros de Cabezón de la Sal.